lunes, 7 de marzo de 2011

Poemas de Ann Louise Gordon Stewart







�EL AMANTE SILENCIOSO!




�l est� profundamente enamorado de una mujer
bell�sima.
La joven es la musa de sus ensue�os,
la que colma sus noches de pasi�n y fuego�
Una desconocida que tuvo un d�a entre sus brazos
cuando la ayud� a bajar de un barco
y cuyo perfume y belleza, lo embruj�.

Ella, la bella es��rubia,��fr�gil, delicada,
de aterciopelada piel de melocot�n,
ojos del color del cielo azules y luminosos;
boca jugosa, prieta cual esponja de tiernos ruborosos
corales;
sus dientes una blanca��ristra de bien formadas perlas
sus cabellos largos y suaves��hilos de oro,
su cuello esbelto cual el de un cisne
su busto de��senos prominentes, plenos,��redondeados
� excitantes!
sus manos palomas de alas danzantes en pleno vuelo,
su talle fr�gil y juncal cual la ca�a del ca�averal,
sus caderas dos �nforas griegas llenas de m�gicas
esencias...
sus piernas esbeltas, finas,��largas, interminables
sus pies peque�os sonrosados.
Toda ella es��un��grato y apetitoso regalo para la vista.
�l la ama y desea, en silencio..

Todas las tardes camina por el Parque ,
llevando en un carrito dormido,a su hijito
de pocos meses.,
para tomar asiento en un banco retirado,
ajena a las miradas de admiraci�n��que,
por doquier despierta,.
�l la observa en silencio��no le quita ojo,,
desde otro banco situado tras unos �rboles, cercanos
que ocultan su presencia.
Sobre las cinco de la tarde, el ni�o despierta y llora
ella, toma a su hijito en brazos, desabotona
su blusa, dejando al descubierto, su pecho firme, redondo
y, a la vez puntiagudo, como un membrillo en saz�n
dando a su hijo de mamar...
�l se ruboriza ante aquella visi�n excitante,
por la contemplaci�n de tanta hermosura.
� Ah!, pensar que le bastar�a dar un s�lo paso,
para estar a su lado y sabe que si lo hiciese��
caer�a vencido a sus pies,��para adorarla y rendirle pleites�a,,
como a una diosa � � La diosa de su anhelo!
� Qu� no dar�a �l? por ocupar el lugar del hijo y acariciar
aquellas redondeces��anheladas,
que se le figuran plenas, perfumados, c�lidas�
� Enloquecer�a de pasi�n, si tal hiciese!
Cada noche piensa en ella, se imagina que
la tiene entre sus brazos, que��la acaricia
la besa y, le hace el amor...
que su boca bebe sedienta, de sus senos,
el n�ctar divino��de la VIDA�

*

AnnyLouisE
Copyright (C) 2007
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